El Efecto Relativo de la Edad en el Futbol

El Efecto Relativo de la Edad en el Futbol


Este problema preocupa a los Maestros de Enseñanza, para los cuales es evidente la diferencia entre los chicos nacidos en los primeros meses de cada año y los que lo han hecho en los últimos.

Y si ello se manifiesta en la educación académica, estratificada en períodos de sólo un año natural y en actividades en la cual lo meramente físico no tiene gran peso, no es difícil imaginar lo que puede suceder en deportes, donde los períodos son de dos años (tres en el caso de “Juveniles”), y donde además de los componentes afectivos, intelectivos, sociales…se implican otros como la experiencia meramente deportiva y la madurez física. Y en fútbol, no hay que olvidarlo, la oposición directa, el contacto…en definitiva, el “duelo entre dos”, deviene fundamental .La categoría más afectada es la “Sub-16” ó “Cadete”, en la cual coinciden en cada comienzo de temporada chicos de 13 años y medio con otros de 15 y medio.

Podemos ver unos datos y reflexiones acerca de esas diferencias :

• Talla.- El crecimiento promediado entre los 10 y los 19 años es de algo más de 4 cm./año, pero no es lineal; hacia los 14 años prácticamente se duplica. Así pues, los chicos nacidos en Diciembre llegan a competir con otros que les superan en más de 10 cm. Hablando de alturas en torno a 160 cm., son diferencias de un 7%.

• Peso.- Con las mismas consideraciones, el incremento promediado en este apartado sería también de un poco más de 4 kilos/año. Normalmente hay 10 kg. de diferencia entre dos chicos-límite en las fechas “S-16”; un entorno de 50 kilos de media a los 14 años.Una desventaja de un 20%.

• Experiencia vital.- Un chico de 14 años tiene un 7% de desventaja con otro de 15 en este aspecto. Un 14% con uno de 16, por tanto.

• Experiencia futbolística.- Suponiendo dos niños que hayan empezado en el fútbol a los 10 años, uno de 14 contaría con una desventaja de un 25% respecto al de 15; 50% si es de 16.

• Factores motivacionales.- Además de lo anteriormente señalado, no olvidemos que es habitual que los chicos que destacan más sean convocados con grupos seleccionados de su región o incluso país. Esto implica trabajar con entrenadores presuntamente más prestigiosos que el de su club y, seguramente, con chicos de más nivel que sus habituales compañeros. En definitiva, un proceso de realimentación continua que no hace sino reforzar los mecanismos discriminatorios.

La trayectoria futura de estos niños la veremos luego, pero no cabe duda de que en estos años de adolescencia los refuerzos de unos y otros se reparten de un modo absolutamente diferenciado. El fenómeno conocido como “profecía autocumplida” se manifiesta con esplendor



• En principio, y como cabe esperar, los niños se inscriben en los equipos independientemente de cuál sea su fecha de nacimiento.

• El abandono de jugadores de segundo semestre comienza hacia los 13 años y va aumentando hasta los 16, la edad del conocido “estirón”, en el cual se hacen mayores las diferencias de desarrollo; son la categoría Infantil y Cadete, y es algo que en la práctica conocemos más que bien los que trabajamos o hemos trabajado con estos grupos de edad.

• Es indudable que los niños nacidos en el último semestre abandonan nuestro deporte al llegar a la adolescencia, pese a que se evidencia que, en el dominio pleno del juego, la fecha de nacimiento no tiene ninguna relevancia.

• Más de un 60% -SESENTA POR CIENTO: ATENCIÓN- de los niños de segundo semestre abandonan el fútbol antes de los 17 años por problemas derivados del R.A.E.

• Más de un 50% de los niños de primer semestre abandonan el fútbol cuando pasan a categorías adultas por haber perdido la ventaja de desarrollo que tenían en categorías inferiores. Tasas de fracaso descomunales.

• La relación entre el número de nacidos en el primer y el último trimestre no deja duda alguna de la absoluta discriminación que sufren los jugadores más jóvenes.Los autores de este trabajo no contamos con cifras concretas de “abandono/decepción” para esos trimestres, pero vistos los dos puntos anteriores, no es difícil imaginarlo: brutales.

• A mayor nivel técnico y a mayor edad de los jugadores, menor incidencia del “RAE”.

• Llama poderosamente la atención su valor en las Selecciones de Euzkadi y el Reino Unido; ¿estará relacionado con un tipo de juego tradicionalmente gustoso del contacto físico…?

• También es llamativa la incidencia del “RAE” en las Selecciones jóvenes de España y en los equipos filiales de los llamados “equipos grandes”; contrasta enormemente con su muchísima menor relevancia en el fútbol profesional español. ¿Tendrá esto relación con el no menos sorprendente desacuerdo entre el palmarés de la Selección absoluta y las Selecciones de base…?. Desde luego, en discriminación de jóvenes, destacamos.